Cómo crear un plan de comunicación útil y adaptado a la realidad de tu negocio
Foto: Startcomm y Freeimages
Con este y el próximo artículo veremos qué es un plan de comunicación, para qué sirve y cómo adaptarlo a tu caso particular. Veremos en esta primera parte la aproximación teórica, y dejaremos para la segunda la consideración de las acciones que encajan más con una pyme.
¿Qué es un plan de comunicación?
Esta es una cuestión a aclarar antes de plantearse iniciar acciones de comunicación de nuestro negocio, ya sea por cuenta propia o contratando a profesionales externos.
Podemos definir el plan de comunicación como el documento que recopila las políticas, estrategias, recursos, objetivos y acciones de comunicación –internas y externas– que se propone realizar una organización. O dicho de un modo aún más simplificado, es todo aquello que hacemos, cómo lo hacemos, con qué lo hacemos y por qué lo hacemos para lograr llegar adonde queremos.
Las grandes empresas cuentan siempre con un plan de comunicación. En ocasiones suele llamarse “plan de comunicación estratégico” para reafirmar su condición de pieza fundamental de la estrategia de negocio –como debería ser siempre–.
¿Es trasladable a una pyme algo que suena tan grandilocuente como un “plan de comunicación estratégico”? Sí. Veamos cómo.
El plan de comunicación para emprendedores
Si queremos elaborar un plan de comunicación a la medida de la disponibilidad de recursos de quienes arrancan un negocio, lo mejor es seguir los mismos pasos que hacen las grandes empresas.
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Análisis de situación
Ante todo, debemos tener claro el punto de partida, tanto a nivel de recursos (humanos y materiales) como de negocio (mercado y competencia) y también de valores: dónde nos encontramos, con qué recursos contamos, quiénes somos, cómo nos ven clientes, proveedores, socios, trabajadores, inversores…
Objetivos
¿Qué queremos conseguir? ¿En cuánto tiempo? Es importante establecerse objetivos, y que cumplan la famosa condición SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo). Plantear los objetivos nos permite dibujar “dónde queremos estar” y con ello analizar el “cómo”, esto es, las acciones a realizar.
Público
Hemos de tener claro quién es el público (o públicos) a los que nos queremos dirigir. Podemos trazar un plan de comunicación para llegar a todo el espectro de clientes, o bien a un segmento concreto para vender un producto en particular. O trazar un plan únicamente de búsqueda de inversores. Lo importante es definir quién es el público al que apuntamos.
Mensaje
En función del objetivo que perseguimos y del público al que nos dirigimos diseñaremos el mensaje. De un producto, de un servicio, de una nueva actividad, de un cambio en nuestro negocio… de lo que sea.
Acciones y presupuesto
Estos dos aspectos sueles separarse, siendo lo primero a definir el presupuesto disponible y a continuación las acciones a emprender con dicho presupuesto. No obstante, muchos negocios que empiezan piensan primero “qué puedo hacer” y luego “cuánto me cuesta hacerlo”. Se opta por acciones que a priori se ven como gratis, aunque lo cierto es que si no cuestan dinero, sí cuestan tiempo (y el tiempo es dinero), como la comunicación en redes sociales.
Y aunque abrir perfiles en las redes sociales no cuesta dinero, para posicionar bien nuestra web es aconsejable realizar alguna inversión en SEM, así que conviene establecer un presupuesto.
¿Sólo acciones en redes sociales? Puede ser interesante, como decíamos en el artículo anterior, contemplar en tu plan comunicados a medios de masas: impresos, audiovisuales y electrónicos.
Ejecución y valoración de resultados
Una vez está todo ya planificado, queda llevar a cabo las acciones y realizar un seguimiento del curso de las mismas. Cumplido el plazo de tiempo previsto para cada acción, tocará realizar el análisis de resultados y determinar en qué medida se han cumplido nuestros objetivos. A partir de los logros alcanzados, definiremos un nuevo plan con nuevas metas, siempre –eso sí– yendo de la mano del plan de negocio, al que el plan de comunicación ha de servir siempre de aliado.
La semana que viene veremos cómo trasladar este planteamiento teórico a uno más práctico, centrándonos sobre todo en la parte de los recursos, objetivos y acciones.
